GUIÓN MARIA CORONEL
La oficina de arquitectura Cruz y Ortiz Arquitectos se fundó en
1974, y ha desarrollado proyectos en multitud de campos de la arquitectura, a
muy diferentes escalas: desde viviendas unifamiliares o escuelas, hasta grandes
infraestructuras como estadios, estaciones ferroviarias o museos nacionales.
Tienen varias sedes, la principal en Sevilla y otras en Madrid, Lugano y
Ámsterdam, donde cuentan con un amplio equipo a su cargo.
La obra de Cruz y Ortiz Arquitectos ha sido ampliamente publicada
en revistas y monografías y se han celebrado exposiciones sobre su obra en
Europa y Estados Unidos. Ha sido distinguida con numerosos premios nacionales
entre los que destacan el “Premio Nacional de Arquitectura Deportiva” en el año
1998 por el estadio de La Cartuja de Sevilla y el Premio Nacional de
Arquitectura 1992 por la Estación Central de Ferrocarril de Sevilla.
La
trayectoria de Cruz y Ortiz Arquitectos está construida
sobre la búsqueda de la excelencia en el diseño, la programación del trabajo y
el control de los presupuestos.
ENCAJE
URBANO
Nos encontramos con una edificación sobre una solar muy irregular
de unos 480 metros cuadrados en el casco histórico de Sevilla.
Se localiza en el barrio de Santa Catalina, con fachada a la calle
Doña María Coronel, a 130 metros aproximadamente de la Plaza y de la Parroquia
de San Pedro y calle Imagen, o a unos 190 metros de la Iglesia de Santa
Catalina y de la Plaza Ponce de León.
Su entorno urbano, de grandes manzanas de parcelas irregulares,
queda caracterizado por la proximidad de importantes conventos (Convento de la
Hermanas de la Cruz, Real Monasterio de Santa Inés), por el Palacio de Dueñas
perteneciente a la Casa de Alba y por las iglesias mencionadas.
De esta forma, el aprovechar la geometría del
solar se convierte en el principal reto
del proyecto, llegando a una estrategia donde la irregularidad no se percibe.
PROYECTO
Debía construirse un edificio residencial de 12 apartamentos. La
estrategia para abordar el programa en un complejo solar consistió en concentrar
toda la superficie libre en un patio cuya forma arriñonada resolvía las
difíciles condiciones geométricas del perímetro. Al mismo tiempo, esta decisión
formal constituía una figura fuertemente unitaria, capaz de hacer olvidar las
múltiples directrices que se ocultan tras ella.
El patio obvia los conflictos que lo rodean, introduciendo al
espectador en un mundo aparte. El vacío resuelve así la organización del
edificio, delimitando las zonas a ocupar por las viviendas, facilitando la
situación de las escaleras. El zaguán conecta la calle con el patio que
concentra los accesos a las viviendas y el aparcamiento; la rampa del garaje se
alcanza rotando alrededor del escalón curvo situado al pie de uno de los
portales.
Observamos una clara presencia de la tipología residencial
dominante en el sector, la casa-patio. El edificio se construyó estando vigente
el Plan de Reforma Interior del Casco Antiguo de 25 de abril de 1968, que
fijaba el número de plantas y la ocupación máxima de la parcela en un 75% de su
superficie. Consta de un total de cinco plantas, una de ellas bajo rasante.
De este modo, el denso tejido urbano del casco histórico de
Sevilla se esponja en un patio que concentra la superficie libre permitida del
solar (25% del suelo); su planta desdibuja los conflictos entre las medianeras
y confiere unidad al proyecto.
En planta baja se localizan la portería, la sala
de servicios generales de la finca, una accesoria destinada a oficinas y dos
viviendas. Hay tres viviendas por planta, en plantas primera, segunda y
tercera, quedando en la planta ático un local para la comunidad de
propietarios. La planta bajo rasante está destinada al aparcamiento de
vehículos.
El acceso peatonal y de vehículos coinciden
comunicando ambos con el patio, que facilita por su geometría el giro para la
bajada al sótano y desde el que se accede a dos viviendas, A y B. Un núcleo de
comunicaciones verticales, de escalera y ascensor que discurren de sótano a
ático, da paso a las viviendas A y B de cada planta, mientras que una segunda
escalera, de baja a tercera, sirve a la vivienda C.
Las viviendas
A y B presentan fachada a la calle Doña María Coronel y al patio, mientras que
la vivienda C sólo lo hace al espacio libre interior. Dos patios menores, de
luces, completan la descripción en planta del edificio.
APLICACIONES
El uso del patio permite concentrar el espacio abierto de forma
unitaria haciendo que se desvanezcan las irregularidades del solar. En nuestro
proyecto no es posible pegarse a la mayoría de las medianeras, ya que en ellas
hay huecos abiertos. Sin embargo, es clave la idea de un patio interior o
espacio abierto al que vuelca todo. No se trata de un patio de luces sin ningún
sentido estético, sino un espacio atrayente, un espacio proyectado (donde
quepa, como mínimo, una falla).
En nuestro proyecto existe un espacio inutilizado, un pasaje
cerrado que da acceso al solar de intervención. En el caso de las viviendas
sevillanas, el acceso al patio interior se produce también a través de un
pasaje o zaguán cubierto. Es una buena referencia para potenciar ese paso en
Ruzafa ya que, además, da al Mercado.
La construcción y el uso de materiales
tradicionales de la ciudad como el ladrillo contribuyen en buena medida al
carácter final del edificio, dotándole de una relativa intemporalidad que le
permite instalarse en un entorno histórico variado.